Soy mar de cristal, profundo, amplio y recio,
tú viento acariciante que me enciende,
tu mano suave quien mejor me entiende,
sin ti de nuevo espejo liso y necio.
Circulas sobre mi sin darme aprecio,
voy tras de ti sin nada que me enmiende,
consigo que un acantilado tiemble,
sin dudar, ignorando tu desprecio.
Vuela mi espuma blanca al aire espeso.
Jirones que por ti mi piel desprende
buscando entre tú y yo tan solo un nexo.
Alteras mi equilibrio intranscendente,
pasas fugaz dejándome maltrecho,
pues mi vida de ti solo depende.
SONETO ENDECASÍLABO
DESGRANANDO “AMOR CARENTE” #2
Con este soneto por duplicado esta vez en versos endecasílabos repito las mismas consideraciones relacionadas con la carencia del amor perseguido convertido en principal objeto de deseo o las obsesiones provocadas por un amor inalcanzado e inalcanzable en apariencia.
La fachada de aplomo, serenidad, carácter y entereza queda maltrecha ante la desatención del desead@, dando paso al furor que irremediablemente conduce al abatimiento impotente.
Esta situación es reiterativa en nuestras relaciones humanas que nos conducen a la conquista de las fortalezas más inaccesibles, ignorando las que se encuentran a nuestro alcance con las consecuencias ya descritas. Quizá esta sea la clave de nuestra evolución, que podría estar basada en la obstinada búsqueda del reto desdeñando lo asequible inmersos en el inconformismo vital.
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Las imágenes y textos son del
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Desgranante 
Me quedo con algunos párrafos que muy bien podría haber escrito yo… «amor perseguido » aunque sin obsesión, «amor inalcanzable»… El amor que siempre vuela por encima de nosotros y que casi nunca podemos controlar. Y sí, nos deja maltrechos. Feliz tarde.
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Es una de las leyes vitales ineludibles, sufrir de amores inalcanzables.
Gracias por comentarlo y abrazos desde el otro lado.
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