Ante un deseo ineludible chocamos, chocamos y chocamos hasta alcanzarlo o perdernos.

Hola, #ciberamigos

No dejéis de luchar por lo que realmente os conmueve y os importa a pesar de las muchas decepciones que os pueda provocar.

La vida lo engloba todo y entre otras muchas cosas también nos trae retos en forma de deseos ineludibles que debemos perseguir para demostrar que merecemos vivirla y merecemos esos deseos.

Salud y fuerza

“AMOR CARENTE” (soneto en versos octosílabos)

Soy mar, profundo, amplio y recio,

tú eres viento que me enciende,

mano que mejor me entiende,

sin ti, espejo liso y necio.

Cuando tú hieres mi aprecio

voy sin nada que me enmiende,

hago que una roca tiemble

ignorando tu desprecio.

Vuela espuma al aire espeso.

Jirones mi piel desprende

buscando de unión un nexo.

Desequilibras mi ambiente,

me dejas al huir maltrecho,

mi vida de ti depende.

SONETO OCTOSÍLABO

DESGRANANDO “AMOR CARENTE” (soneto en versos octosílabos)

Con este soneto por duplicado esta vez en versos octosílabos repito las mismas consideraciones relacionadas con la carencia del amor perseguido convertido en principal objeto de deseo o las obsesiones provocadas por un amor inalcanzado e inalcanzable en apariencia.

La fachada de aplomo, serenidad, carácter y entereza queda maltrecha ante la desatención del deseado, dando paso al furor que irremediablemente conduce al abatimiento impotente.

Esta situación es reiterativa en nuestras relaciones humanas que nos conducen hacia la conquista de las fortalezas más inaccesibles, ignorando las que se encuentran a nuestro alcance con las consecuencias ya descritas. Quizá esta sea la clave de nuestra evolución, que podría estar basada en la obstinada búsqueda del reto desdeñando lo asequible inmersos en un inconformismo vital.